La higiene en las ciudades es un factor que se ha tenido en cuenta desde antiguo, como bien saben los expertos en limpieza de alcantarillado en Sevilla. En su tiempo, Roma llegó al millón de habitantes, pero mucho antes los ingenieros de este afanoso pueblo ya habían construido un sistema de alcantarillado propio.

Desde muy temprano, la Urbe contó con un sistema de alcantarillas, la llamada Cloaca Máxima. La salubridad era de vital importancia, Roma se levantó cerca de lagunas plagadas de malaria, por lo que drenar sus aguas era una cuestión de salud pública.

Como bien saben los especialistas en limpieza de alcantarillado en Sevilla, el mantenimiento de estas estructuras es crítico para que no se cieguen. La arqueología ha demostrado que, a lo largo del tiempo, la Cloaca Máxima fue objeto de limpiezas y drenados.

En torno al año 600 a. C., el rey Tarquinio Prisco dio la orden de iniciar las obras. Con muros de más de cinco metros de altura hechos con sillares, reconducía las aguas de las lagunas, los riachuelos que bajaban de las colinas y los desechos de la ciudad.

La cloaca fue creciendo con una serie de ramales que recogían las aguas de las diferentes partes de la ciudad. Mediante canalizaciones, los desechos de letrinas, baños y otros edificios públicos era recogidos para ser expulsados en el río Tíber, el cual atraviesa la ciudad.

A día de hoy, algunos tramos de este sistema de alcantarillado permanecen activos y otros pueden recorrerse, como el que parte desde el Foro de Nerva. Este sistema fue exportado a las provincias del imperio. Desde Inglaterra a Siria pueden encontrarse alcantarillas romanas, incluso en España, donde hubo una intensa romanización.

Como ves, de los romanos hemos heredado más que una lengua.

Desde Exterplagas somos especialistas en control de plagas y limpieza de alcantarillas. Contáctanos.